miércoles, 25 de mayo de 2011

OSMOMETRÍA

OSMOMETRÍA
La osmometría se basa en una de las propiedades coligativas, la osmosis. Existen una serie de membranas semipermeables que únicamente permiten el paso de determinadas especies químicas (moléculas o iones) a través de ellas. Se emplea un dispositivo en el que se separan dos disoluciones mediante una membrana semipermeable; las disoluciones tendrán diferente concentración en un soluto que no sea capaz de atravesar la membrana. La tendencia natural es que se igualen las concentraciones de ambas soluciones; como el soluto no es capaz de atravesar la membrana se produce un flujo de disolvente hacia la disolución más concentrada. En este momento empiezan a equilibrarse dos fuerzas: por un lado la que hace que pase disolvente hacia la disolución más concentrada y por otro la presión hidrostática que aumenta al subir la altura de la columna de disolución. Al final se llega a un equilibrio en el que se percibe una diferencia de alturas entre ambas disoluciones. Esta diferencia de alturas permite calcular la presión hidrostática creada, denominada presión osmótica. Como todas las propiedades coligativas, la presión osmótica depende de la concentración de especies, no de la concentración de moléculas; este aspecto es de capital importancia en la selección de parámetros a medir utilizando este procedimiento, y a la hora de interpretar los resultados suministrados (Figura 4).
Experimentalmente se utilizan un tipo de osmómetros que no utilizan membranas semipermeables y que también se denominan osmómetros de presión de vapor. Estos aparatos constan de dos puntos en los que se ponen las dos disoluciones de diferente concentración (habitualmente una es el disolvente puro), estando las dos a la misma temperatura. Debido a la diferencia de concentraciones, se evapora parte del disolvente de la disolución más diluida que se deposita en la disolución más concentrada. Esto produce una diferencia de temperatura entre ambas disoluciones que el aparato es capaz de registrar. A partir de dichas diferencias de temperatura y con ayuda de una curva de calibrado previa, es posible establecer la diferencia de concentraciones y por lo tanto, la masa molar de la sustancia.
Figura 4.
ESQUEMA DEL FUNCIONAMIENTO OSMÓTICO

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